jueves, 21 de junio de 2012

El "Ramiro de Maeztu" aterriza en el CERN

Resulta difícil comentar en cuatro líneas todas las impresiones que hemos tenido en un día tan intenso, que comenzamos somnolientos consultando las notas de Selectividad a las siete de la mañana y al que le siguieron otras siete largas horas de visita en el CERN.

Supongo que aún es pronto para rememorar todos estos momentos que se sucedían vertiginosamente y elegir los que mayor huella nos hayan causado: la bienvenida cálida y distendida del personal español que trabaja o realiza su tesis en el CERN (muchas gracias a Octavio, Dani y Rebeca por su dedicación y el contagioso entusiasmo de sus explicaciones); el recorrido por el Centro de Visitas del ATLAS; la visita al SM18, donde hemos visto y tocado los dipolos y cuadripolos del acelerador o sus aislantes térmicos de última generación; o el comedor del CERN, donde comparten mesa todas las lenguas imaginables de Babel pero siempre se encuentra un lugar para el entendimiento y la colaboración.

Ahora bien, aunque cada uno tendrá un recuerdo personal, espero que todos mantengamos mucho tiempo el interés y la curiosidad para buscar respuestas a los interrogantes que nos plantea la Ciencia del siglo XXI:

¿Quienes somos, de dónde venimos y a dónde vamos?


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